Mi vida comienza en Bamberg, Alemania, donde crecí junto a mis millones de hermanos. Cuando era más grande, unos humanos me seleccionaron y me hicieron un tratamiento de piel que me quedó super top. Ellos lo llaman “tostado”, pero para mí era como entrar en una cama solar.
Con el pasar del tiempo, viajé hacia Argentina, más precisamente Buenos Aires. Un camión me llevó de paseo y terminé en una fábrica llamada Sanson.
Ellos me recibieron con mucho cariño, y un día, la parte divertida de mi vida comenzó.
Me pusieron en una moledora, junto a mis hermanos. Luego, en una bolsa blanca y grande, un humano me llevó a una olla gigaaante gigaante, donde me tomé un baño de una hora. Ese baño, que ellos llaman “macerado”, quitó mi escencia y mágicamente, me convertí en “mosto”. No sé, yo estaba super! De repente era un líquido dulce que se movía con libertad.
Luego de un rato, me llevaron a otra olla, dejé mi cuerpo atrás y me calentaron durante un rato más. En el medio, agregaron un amiguito que me cayó super bien, se llama Lúpulo y creo que nacimos el uno para el otro.
Cuando terminaron su proceso, me llevaron a mi nuevo hogar durante las próximas dos semanas, un fermentador. Allí me hice otra amiga, llamada Levadura. Vino con hambre! Así que le di un poco de mi azúcar para que coma. Sorprendentemente tuvo hijos, Alcohol y CO2.
Pasó el tiempo y nos hicimos muy unidos, decidimos ser uno, de ahora en más nos pueden llamar: Cerveza!
Mi misión ahora es simplemente, hacer feliz a los humanos.

Saludos! Jorge Pils